Desearía tenerte entre mis brazos.
Desearía que me tuvieras entre los tuyos.
Desearía tomarte de la cintura
y caer en la locura.
Desearía embriagarme contigo.
Desearía perderme en tus cabellos
y sentir todo tu cuerpo.
Desearía besarte en la frente
y mirarte fijamente.
Desearía volver a verte,
ahora.
domingo, 31 de mayo de 2009
domingo, 10 de mayo de 2009
Flashback
Momento de escribir un poco, ya que ha vuelto la inspiración. Hace algunos minutos he recordado algo que merece estar escrito. Sucedió hace una semana, precisamente. Llegué a un Italian Coffee que ya había visitado sólo una vez (del cual no diré dónde se encuentra, por razones que más adelante escribiré y que algún perspicaz notará), me senté donde la terraza y esperé un poco. Entonces, se acercó la chica que vi la ocasión anterior para tomar mi orden:
-Hola, buenas noches. Quiero un café americano para llevar, le dije.
Preguntó si quería algo más, contestándole que no, y fue por mi café. Minutos después, volvió con mi pedido, me levanté y lo que dije sin más:
-Por cierto, he venido aquí únicamente una vez y pensé en hacerlo nuevamente hoy. En aquel momento Usted estaba en la barra, le miré y en no sé qué momento, Usted se sonrió conmigo, pero no hice nada más, hasta ahora. Me atrevo a decirle que Usted es muy linda, me encanta con esa gorra, con esa blusa verde y su peculiar mandil, que resaltan su figura, contrastando con su simpática sonrisa y bella mirada. Perdón si le incomoda escuchar todo esto, pero no podía contenerme más. En fin, cóbrese lo del café y muchas gracias, hasta pronto.
Dejé que dijera nada, la miraba fijamente como un niño mira admirado una mariposa salir de su crisálida. Me sonrojé tanto que le pagué rápidamente y al despedirme, me fui corriendo. Sin embargo, alcancé a ver su maravillosa sonrisa. Pronto volveré, aunque el café ya no sea para llevar.
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