¿Hasta dónde hay claridad y distinción? Vórágine existencial... ahí me encuentro. Aquellas edificaciones metafísicas idealmente atractivas están en crisis. Algo estúpido lo ha provocado... lo sé. El torrente es fuerte, me mantengo flotando en el éter de no sé dónde. Desaparecer? Será así por ahora, según tus palabras. Cuándo lo ideal se tornará real? Cuándo desaparecerá esta sensación? No lo sé. Fumo, sólo fumo... Cuando las aguas se calman, el capitán está alerta; no quiere zozobrar. He tenido un mal saque. La pelota sigue en juego, pero el turno no es mío. Oh, había olvidado el juego de la vida! Qué papel tiene el azar y la estupidez? Qué tan importante es? No lo sé, no logro entender. El cielo está nublado, me impide ver claramente la estrella polar. Permanezco a la deriva, sin aquella luz... Hasta cuándo, hasta dónde? Tiene algún sentido escribir esto? Tampoco lo sé. Mi seguridad se ha tambaleado, y eso que no hubo tanto viento, sólo fue un leve soplo, drástico tal vez. Tiempo y Espacio... esperaré mientras, pensaremos, trataré entenderte... Templanza, serenidad... procuraré esto. Una mirada, una sonrisa, girasoles, café, cigarrillos... Recuerda las sombras en el sol. El juego continúa, hagamóslo bien (siguiendo la metáfora ya mencionada), no lo crees? Au revoir!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario