De Sophistae

Una vaga idea de "el sofista", es aquella persona sabia que enseña a cambio de dinero. En la Antigüedad, Platón los rechazaba tajantemente, pues Los Sofistas decían que poseían los saberes y que además podían enseñarse, es decir, que cualquier persona podía adiestrarse en el saber o arte que más le conveniese a cambio de algunos talentos. Sin duda alguna, esto repercutió profundamente en el pensamiento platónico, ya que de acuerdo a su concepción del "filosófo" (el cual era el único sabio en sentido estricto) aunada principalmente a su Teoría de las Ideas, éste era solamente el que podía tener conocimiento genuino, conocimiento de Lo Verdadero, pues eran (digo esto porque Platón concebía la posibilidad de que hubieran varios filósofos) los que poseían la Virtud, carácter determinado por "el alma de oro", por lo cual era imposible que individuos de alma inferior pudieran tener un verdadero conocimiento: en esencia, este era el problema entre Platón y los Sofistas.

En el Diálogo Protágoras, Platón nos muestra por medio de la boca del buen Sócrates, que Protágoras, considerado como el más sabio de los hombres que existieron (en ése momento histórico), estaba de visita en la maravillosa Atenas, mientras que Hipócrates, un joven muy amigo de Sócrates, se enteró de tal visita, yendo en búsqueda del "partero" para que lo acompañase donde el sabio para que éste le hiciese sabio también, y así sucesivamente hasta terminar en una aporía sobre si era posible la enseñanza de la virtud, como mencioné anteriormente.

A lo que quiero llegar con todo lo anterior (y sin discutir seriamente el fenómeno de los sofistas) es que me ha sucedido algo curioso el día de hoy, por lo que pensé en escribir sobre la importancia de los sofistas en la Grecia Antigua, pues ante la primera crisis de la filosofía, el filósofo se vio representado por este grupo de señores "audaces" como una personalidad pública, alejándose de la concepción ermitaña del filósofo, que especula y medita en soledad, atreviéndose a d-i-s-c-u-t-i-r. Hoy tuve una cierta cercanía con tan pólemico título para Sócrates y Platón.