viernes, 5 de septiembre de 2008

Un día genial

Después de quedarme despierto hasta las 2:00 am viendo una película que me ha fascinado (V for Vendetta, producida por los hermanos Wachowski), mi día comenzó a las 9:30 am, y ya no a´sistí a mi clase de Latín II, que por cierto, es la segunda vez que falto, pero prometo que el próxim lunes iré a clase. Bueno, como les iba diciendo, hice mi ritual matutino, tan cotidiano, tan monótono, en fin, ya es costumbre, partiendo del supuesto "cosmos" que es el mundo donde vivo, y así es como asistí a mi clase de Filosofía Política, la cual me ha estado atrayendo más y más, en parte porque el profesor Julito Quesada es bastante culto (y bastante español, joder!), que mis primeras dos clases me han maravillado!! Debido a esto, me propuse a grabar las clases con mi teléfono celular, cosa que resultó en la primera de ellas, pero ayer...ayer no sucedió lo que esperaba, ya que no me di cuenta en qué momento mi celular se apagó, y lógicamente, no se grabó la clase :(, y eso que la democracia de Pericles era algo como "un ateniense, un voto" (como sucede ahora en aquel país llamado México), pero al buen Platón no le pareció así, ya que su organización geométrica de la Polis era antidemocrática, y no cualquier descerebrado podría gobernar la bellísima Atenas de su época, es decir, el gobernante por antonomasia debía ser el filósofo con alma de oro, pero OJO, no se imaginen a un Rey Midas como gobernante, por favor.
Después de finalizada la clase y vituperar la cátedra de Julito, recordé que tenía una reunión con unas personas que no sabía que pasaría una velada muy agradable, y por ello le llamé a Oswald para acordar el lugar y la hora; luego, vi que la lluvia invadió los cielos de la capital de Veracruz, y no sólo el eso, sino los sistemas de drenaje, las calles, uno que otro comercio/local e incauto transeúnte jajajaja; además, fue una fabulosa tormenta eléctrica, y varias personas temían de los rayos y truenos, cosa que a mí me agrada ver y escuchar (mientras no me caiga un rayo en la cabeza y me despeine, todo seguirá como hasta entonces XD). Terminada la lluvia, resolví ir a comer al lugar de costumbre, cruzando un caudaloso río formado en las calles, procurando no pisar algunos barquitos de papel que hacían una expedición por la zona. Así, comí hasta saciar mis necesidades, yendo posteriormente a mi casa para actualizar respecto a los asuntos escolares al buen hombre de Isaac.
No sé cómo y qué sucedió después, pero llegué al lugar donde esperaría el arribo de Oswald, quien llegó tarde y eso me había comenzado a deseperar, ya que me encontraba literalmente undido en un sillón por más de una hora, tratando de entender El Banquete, mientras poco a poco caía en un estado de letargo, donde contemplaba algunas ninfas paseando por ahí... Llegó Oswald, esperé un poco más, ancioso de conocer a Alfred, cuya apariencia había imaginado no concordó con la persona real que él era, pero en fin, jejejeje. Estuvimos los tres charlando largamente, el tiempo iba y venía, las ideas inundaban la cocina, mientras el ron mezclado con Coca-Cola exitaba nuestras mentes, y la vorágine existencial nos absorbía y nos vomitaba, llegando así a encontrarme ante una indigestión informativa, embriagado totalmente por la verborrea que emanaba de aquellos hombres que ahora admiro. Fue realmente extraordinario la compañía de tales individuos, y el momento en que llegó la esposa del buen Alfred fue singular. Espero que las clases de Filosofía Política se tornen más interesantes aun, y volver a charlar con O y A, aunque soy joven y me falta un poco más de intelecto para estar a esos niveles.

No hay comentarios: